miércoles, 20 de marzo de 2013

SOÑAR CON EUROPA, DESPERTAR EN BOHEMIA

¡Que hermoso amanecer en Praga!
Mientras me preparaba un gran desayuno, y tomaba prestada de la heladera un poco de mermelada para mis tostadas, decidí cual sería la visita del día: el castillo.
Salí del hostel sin ninguna prisa, la mañana me dejaba ver el esplendor de la ciudad.
De pie en la Plaza Wenceslao y con el sol golpeándome la cara empezó el día. 


La Plaza Wenceslao, vista desde el museo nacional



En las calles pareciera que uno nunca está mucho tiempo dando vueltas, hay demasiadas cosas bonitas, de cualquier orden:



Otra bella esquina


Esto ES una pipa


Iremos a donde indique San Juan bautista


Ya en las puertas del castillo, escuché algunas canciones mientras esperaba para ver el cambio de guardia.





La música sonaba y algo indicó que todo estaría bien ese día: volví a cruzarme con una novia. Señal de buen augurio, fue bien recibida.





¿Me tocará alguna vez a mi? Me pregunté. Espero que no suceda, el blanco me queda fatal.
Pero no estaba ahí para proyectar mi futuro, sino para conocer el corazón edilicio del Reino de Bohemia.
Con la inestimable ayuda de la audioguía, entré a la catedral de San Vito.

Catedral de San Vito
Puede resultar un recurso a veces incómodo, pero lo cierto es que ese medio completa el recorrido y termina de darle sentido a la visitas. Ahí me enteré de los avatares que sufrió la pobre iglesia y oí mucho palabras como Wenceslao, Bohemia, Segismundo y Ludmila, quien resulta ser una de las santas mas queridas.


Popular: así sería la santa de Bohemia


Quedé muy sorprendida cuando descubrí obra de un artista que adoro: Alfons Mucha.
En los muros de un templo mayormente gótico, hay un vitral confeccionado por un dibujante que trabajó hacía fines del siglo XIX, renovando la iconografía sin por eso desentonar: 





El castillo es en realidad un complejo de distintas construcciones y edificios. Un poco mas adelante, está uno de los imperdibles del conjunto: el callejón de oro.





Se trata de casas muy pequeñitas, una pegada a la otra, donde habitaban los sirvientes del castillo. Mas tarde ocupó el lugar el sindicato de orfebres (de donde obtuvo el nombre) y también vivió Franz Kafka.


Según comentan, los europeos habrían sido
pequeños siglos atrás
Y desde el edificio del orfanato de aristócratas, una vista ideal:




Pero Praga no es solo una ciudad adorable llena de detalles primorosos. También se estaba haciendo eco del impacto de la crisis, o al menos lo hacía un ciudadano:



El único indignado de Praga
Deduje eso porque algunas palabras resultaban conocidas:


En República Checa, como en el resto del mundo,
todos tenemos las mismas impresiones
Un entorno estupendo, lecciones de historia, una gran diferencia de estilos arquitectónicos que conviven en armonía, una capital que desborda de atractivos pero al mismo tiempo está alejada del agobio. 
¿Parece demasiado? No. Ni siquiera mencioné sus asombrosos espacios verdes.
En uno de ellos descansé después del largo recorrido en el castillo


Obvio: recibir a la primavera de Praga 

Presionando a las aves


Estuve un rato muy largo persiguiendo a los pavos reales, con la esperanza de que desplegaran las plumas de su cola, lo que jamás sucedió. 
Es cierto que me comporté como una niña, pero me impactó verlos por primera vez.
Hay días en los que uno pasa demasiadas horas de pie, pero Praga es de esas ciudades que desafía el cansancio.
Con las últimas fuerzas de la tarde, llegué hasta el Arroyo del Diablo (Čertovka):



Y como para mí el viaje también se va haciendo con las pequeñas cosas, me detuve a mirar un poco y encontré esto:


El extraño idioma del amor
Si el encanto checo era mas fuerte que detenerse para descansar, no resulta extraño que algunas personas elijan a la ciudad de las cien torres para prometerse eternidad.
Detrás de esos candados hay muchas historias y enormes deseos, pero en un lugar tan cautivante como Praga, pareciera que es mas fácil enamorarse.



9 comentarios:

  1. Hola Lucía, vengo siguiendo tu blog, con tremendo viaje. Me encanta. Mucho más pensando que tal vez el año que viene pueda visitar las mismas ciudades. Praga, definitivamente, estará entre esas.
    Consulta, en que momento del año hiciste el viaje?
    Espero proximos posteos con más fotos.

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    1. Julieta! Me pone muy felíz que disfruten con estas historias.
      Praga es imperdible, y mucho mas hermosa de lo que puedo describir. Ojalá puedas conocerla, y averiguar de paso cómo es la pastelería checa, vos que sos experta.
      Fui en primavera (un poco fría, pero primavera al fin).

      Saludos!

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  2. Que belleza! Parece salida de un cuento. Muy lindo el relato tambien.
    PD: No hace falta casarse de blanco :)

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    1. Cuando pienso en Praga lo añoro y se me escapan suspiros. Inevitable.
      Otra clase de vestido decís vos...vamos a pensarlo ;)

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  3. Que linda que es Praga, y posta que petisa que era la gente!

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  4. Un post con una novia vestida de blanco y da la casualidad, o no, que mi hermana se casa el Lunes (sólo por civíl , le espera el infierno). Te hago esta acotaciòn porque , segùn ella, el blanco tampoco le queda bien, y eligio un vestido color marfil con algo de champagne. Se que no es lo mismo la Iglesia que el civíl pero tampoco soy Jorge Ibañez.
    Tantas cosas para decir de tus postales de Praga, pero la persecuciòn de los pavos reales me puede màs, una fiel imagen de la verdad de porque estamos en este mundo: para molestar al resto de las especies.
    Prometer eternidad en el amor es egoísta y si te quieren de verdad te van a desear todos los días. Si el deseo acompaña al amor te ganaste la lotería, y si hay que ir hasta Praga para encontralo vale la pena (por lo menos así lo veo yo).
    Un beso.

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    1. Hay que desear felicitaciones a la novias, aunque uno nunca termine de comprender del todo las uniones legales. Pero vamos a alegrarnos por Inés, que nos solo encontró su otra mitad, sino que se negó al polémico blanco.
      Y si bien muchos pasan la vida tratando de encontrar la forma justa en la que debe presentarse el amor (deseo, promesa, eternidad...tantos), yo insisto: en algunos lugares, todo se ve mucho mas ideal.

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  5. ¿Cuándo iré a Praga? Hasta 2012 el único país de Europa que conocía era Portugal, aparte de España. Mucho viajar a América, pero de aquí poco y mira que no hay nada como las capitales y bellas ciudades europeas.

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  6. Que raro que teniendo todo tan "cerca" no visitaras mas ciudades en el viejo continente (ya hablé de mi punto de vista argentino y las distancias).
    Espero que puedas conocerla pronto, a ver si estás de acuerdo con mis puntos de vista sobre la hermosa Praga.

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