miércoles, 21 de noviembre de 2012

PARÍS ORIENTAL

La última noche en Bratislava me encontraba llena de ánimo.
Era el fin de un buen día, y aún quedaba mucho por hacer: lavar ropa por primera vez en dos semanas, tomar un pequeño descanso, buscar un sitio para comer, conversar un poco con algunos de los jóvenes viajeros y seguir conociendo a Ana al mismo tiempo que averiguábamos cómo seguir viaje juntas.
Mientras la esperaba en el living aprovechando que el servicio de internet era sin cargo,  leía un nuevo correo electrónico de mi amigo Federico, que decía esto:


Bueno, hace un par de semanas que estás viajando y aún te quedan como veinte países por recorrer. 


Es genial recopilar la información que uno deseó juntar a lo largo de los años, en dos meses.

El viaje es como Cuevana: antes tenías solo un canal de TV y ahora tenes todas las películas del mundo. Calculo que todo se empieza a disfrutar después de un par de semanas. 

Y como en Cuevana, hay que dejar la película a la mitad si no te gusta. 
Hay miles de sitios, y muchas ciudades. Un país puede tener cosas muy variadas: Pinamar y San Martín quedan en la misma provincia, ¿no?

Cuidado en Bratislava. No se ni dónde es. 


Bratislava: aquí estoy, amigo mío.

Tenés que ser precavida en Hungría, Rusia y los países raros para andar sola. Creo que su producto mas típico es la trata de mujeres, de modo que tendrás que ser cautelosa. 
¿Que pasa con los hostels ahí? Mantenete alerta!
Lo importante es estar atento a los detalles: si las personas que conoces son fanáticas del cine de terror o algo extraño, no los acompañes a comer. Si tienen picaduras en los brazos  o remeras de Slayer, no vayas. La mayoría de la gente es lo que parece. Pensá en todos y cada uno de tus amigos y conocidos. 
Y cuidado con las drogas. En Europa no es chiste. 





Leer el correo electrónico me arrancó carcajadas frente al monitor, y además resultaba un buen augurio. 
Si las cosas eran como él decía, y las personas suelen ser lo que muestran, entonces había encontrado a una gran compañera, no necesitaba pensarlo demasiado.
Juntas nos sentamos a planificar el siguiente punto: Budapest.
El autobus nos resultaba la mejor opción. Cada pasaje costaba siete euros: increíble. Y se trata de un trayecto corto, de doscientos kilómetros.
A la hora de buscar alojamiento, Ana supo muy bien qué hacer.
Ella era lo opuesto a mí: con serenidad comparó las calificaciones que tenían los hostales, miró las fotos, revisó precios.
Yo me movía en la silla, como una niña inquieta que quiere irse a jugar. Hubiese elegido el primer sitio de la lista, sólo por no controlar mi ansiedad.
Fijándose en las imágenes, me consultaba si estaba de acuerdo o me parecían bien. Yo decía a todo que sí.
Reservamos el hospedaje, teníamos los boletos para viajar y seguíamos conversando sin parar.
Un compañero de habitación se nos unió, y atravesamos la fría noche eslovaca para buscar un restaurant.
Cenamos platos abundantes a precios más que razonables en Slovak Pub,uno de los sitios para comer y beber mas conocidos de la ciudad:

Calle Obchodná Nº 62
Regresamos caminando rápido a la calle Spitálska. En el Hostel Blues reinaba un clima relajado y amistoso.
Varios chicos leían en el ordenador del salón de reuniones el diario "El país": la presidenta argentina anunciaba que se le expropiaba la petrolera YPF a España.
Comentaban en voz alta su parecer. Claramente estaban al tanto de la realidad, mucho mas de lo que estaba yo. 


La presidenta Cristina Kirchner, lista para dar 
pelea a las corporaciones extranjeras.


Resultó que uno de los jóvenes de ese grupo de españoles, recién se había graduado de periodista, y estaba con todos los bríos dignos de quien confía en que su título universitario le abrirá puertas.

Me fui a fumar al balcón con él, mientras veía dormir a Bratislava, y vivía una de las cosas mas interesantes que deja el viaje: comprender cómo ven el mundo y cómo transcurre la vida de aquellos que nacieron en un lugar tan diferente al mío.
No recuerdo el nombre del chico, o cuál era su ciudad de origen, pero hablamos de lo que estaba sucediendo, le pregunté por la crisis europea y con ese entusiasmo propio de un nuevo comunicador social, me describió la situación en su país, comentó qué cosas le preocupaban, enumeró las dificultades que estaba atravesando su patria, y así pasé el rato, inmersa en una de mis actividades favoritas: preguntar, escuchar, saber cómo vive el resto.
A la mañana siguiente volví a Mlynske Nivy con mi compañera, donde tomé la última fotografía en suelo eslovaco, y salimos a Budapest:


Hippie 
Atravesando la autopista, miraba las colinas que estaban a los lados del camino. Me dirigía de Eslovaquia a Hungría. No tenía idea del nombre o el número de la ruta, cada palabra que leía tenía tildes que veía por primera vez, pero ahí estaba yo. 
Estar en marcha sobre el camino me provocaba un entusiasmo enorme, que sería superado ampliamente al llegar a Budapest.
El buen manejo de los mapas por parte de Anita y su sentido de la orientación, nos hizo llegar sin inconvenientes al hostel.
Cuando entramos, entendí que tomarse el tiempo necesario para hacer una búsqueda trae beneficios.
Nuestro lugar de hospedaje estaba ubicado en un bellísimo edificio de época:




Vista al patio interno del edificio 
del hostel

Cuando entramos al hostel no podíamos parar de sonreír.
En la calle  Rózsa Utca número 8 nos recibió la bella Tatiana. Con la serenidad de su voz, nos pidió gentilmente que nos sacáramos los zapatos, y nos dió a elegir pantuflas. Preguntó si preferíamos té o café, y mientras nos acomodábamos preparó nuestras tazas.
Normalmente en los albergues juveniles hay muchas habitaciones, personas que no paran de moverse, ruido, a veces desorden y es uno de los motivos que estimulan el turismo de los que tenemos poco dinero: uno no quiere permanecer demasiado en sus interiores, de modo que sale a conocer los sitios.
Allí  nadie caminaba con zapatos que tuvieron contacto con la calle, me invitaban a sentarme mientras me daban a elegir una infusión y  la servían con cordialidad.
Me sentí especial, como Carolina de Mónaco o Jennifer López.
Flow está en las antípodas del resto de los albergues: en una casa antigua decorada con buen gusto hay solo tres habitaciones, una cocina cómoda,todo está limpio y la calidez alcanza cada rincón.


El hermoso living del hostel Flow
Fuente
Si no mencioné demasiado el alojamiento, es porque no tiene sentido detenerse describiendo espacios donde circula mucha gente a diario, la higiene es cuestionable la mayoría de las veces, y ya se sabe cómo suele ser el hospedaje barato.
Pero esto fue tan diferente al resto de los sitios a los que pude acceder, que no dejábamos de mirar a nuestro alrededor y exclamar "que lindo!", todo el tiempo. Repetíamos eso con cada detalle que encontrábamos: el color de las paredes,los baños, los accesorios, la ropa de cama.
Además de que el lugar nos cautivó inmediatamente, y cuando tuvimos que pagar casi nos pellizcamos mutuamente: la tarifa era de trece euros la noche, para estar en un sitio que tenía mas que ver con la experiencia de visitar el hermoso departamento de un amigo, que con parar en un hostel.

Tuvimos la habitación azul sólo para nosotras


Después de señalarle a Anita que ella era la mejor planeando todo, pedimos sugerencias gastronómicas.

Seguimos la recomendación de Tatiana: fuimos a Hoppa y sentimos que la ciudad nos abría los brazos. 


Mientras esperábamos el almuerzo, 
Hungría nos saludaba
El pequeño bistró de la calle Kertész es muy agradable, su dueño nos atendió con esmero, y la comida estaba deliciosa.
Nos la ingeniamos para comer y sonreír al mismo tiempo: era la puerta de entrada a un estado de embelesamiento.


Mi enorme plato de spätzle con salsa de hongos y paprika.
La hoja no es solo decorativa, se trata de una variedad de cebolla

No sabía casi nada de Budapest. De hecho, cuando la agregué a mi itinerario de viaje, me resultaba un poco excéntrico. Había visto algunas imágenes y tenía en mi cuaderno una lista de sitios de interés, no mucho mas. Pero algo me llamó la atención y me dió risa.
Varias reseñas indicaban que la llaman "la París del este". Le comenté eso a mucha gente porque la analogía resultaba simpática.
Al terminar el almuerzo salimos a dar nuestra primera caminata. Cada paso que dábamos nos provocaba tanta satisfacción, que nos remitíamos a hacer algún gesto y abrir mucho los ojos.



Así se escribe en Budapest


Cuando algo totalmente desconocido te maravilla de una forma que no esperabas de ningún modo, es fantástico.

A tres horas de pisar suelo magyar, intentaba procesar mi fascinación, me preguntaba por qué había oído tan poco de Budapest antes, y estaba reconsiderando que el slogan con el que la denominan tiene mucho mas sentido del que habría imaginado.
Empezaba a pensar que, dado todo lo grato que había sucedido en tan pocas horas, en el mundial de fútbol de Brasil 2014, lo mas sensato sería alentar a la selección de Hungría.
Estaba tan encandilada, que pensé que no tendría otra opción.


¿Forza Hungría?
















10 comentarios:

  1. "Me sentí especial, como Carolina de Mónaco o Jennifer López" no se si ésta comparación no supera a la tuya con la del joven Mcfly!!!
    La habitación azul era un sueño...
    Espero el proximo post.

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    1. Yo sería mas como Jenny from de block me parece, no?
      Me basta con muy poco para sentirme royal.
      Sin embargo, tener una amiga que se abre una cuenta de correo electrónico solo para comentarte cosas lindas y darte ánimo...eso es especial.

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  2. Mirá vos, ahora hacés propaganda de CFK desde el blog. Estoy indignadisssimo, usan la plata de mis impuestos para financiar blogueras nazi-fascistas-comunistas-stalinistas-marxistas-peronistas-montoneras.
    La foto del plato de spätzle parece sacada de la carta de Pizzería "Los Hijos de P?¡#" de Dónovan y Camino Gral. Chamizo.
    Ya que vas a aficionar por la Selección de Hungría te dejo el link con la clasificación de la UEFA: http://es.uefa.com/worldcup/season=2014/teams/team=57/index.html. Por ahora está segundo en zona de repechaje; si se clasifica para Brasil 2014 te tienen que declarar amuleto oficial (no juegan un mundial desde México 1986).
    Un beso.
    PD: Saludo a través tuyo a la comunidad platense por obsequiarnos a los mellizos GBS's.

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  3. Mariano querido, la propaganda oficial esta llegando hasta al mas ignoto de los blogs.
    "Hungría remonta ante Turquía" una de las grandes noticias del mes. Este post ha disparado comentarios de estadísticas sobre futbol y copas del mundo, me alegra entretener pero también despertar la memoria de los jóvenes. Como verás, asumo con responsabilidad mi rol de bloguera comprometida.
    Si los grupos monopólicos no te financian pronto para que escribas, voy a volverme loca.

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  4. Una genia tu amgia. Yo tampoco tengo paciencia, le dejo la busqueda de alojamiento a mi marido.
    Hace tiempo que tengo ganas de conocer Europa de Este. Veo que vale la pena. Con esa foto del goulash se me hace agua la boca!

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  5. Hola Lucita!!
    a comida no Slovakia Pub foi o melhor custo-benefício de toda Europa! COmida nutritiva a um preço muito baixo!! Que bom que pode ter fotos ensolaradas de Bratislava. As minhas são todas cinzas e chuvosas! Com a diferença de apenas 1 dia!! jejejeje
    Fiquei orgulhosa de nossa opção de hostel em Budapeste!! parecia mais uma casa de família do que um hostel! O staff era amável!! e acredito que pudemos viver um pouco do cotidiano húngaro.
    Acredita que não consegui comer no Hoppa no último dia de minha estadia lá? Não aceitavam cartões ou euros e eu não queria trocar dinheiro para fazer apenas uma refeição!!
    Acabei por ir ao "Tesco" jejejejeje
    Besitosss!!

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    1. Anita! Que lindo ha sido encontrarte allá y verte ahora por aquí. Tu hallazgo del hotel fue fantástico, y es cierto, nos acercó a vivir una experiencia cercana a la vida cotidiana húngara y vincularnos con gente hermosa.

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  6. qué atrapante es este blog!! besos Lucía!!

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