sábado, 20 de abril de 2013

YO ME DEPILÉ EN LA REPÚBLICA CHECA

Llega un momento en la vida de toda chica que está lejos de casa, en que debe enfrentarse a sus propios condicionamientos culturales.
La depilación es un tema central para las argentinas.
Pasamos tardes enteras hablando con nuestras amigas sobre accidentes y pesares, recomendamos nuevos sistemas, nos sometemos al dolor y al peligro de distintos métodos para deshacernos del pelo no deseado.
Consultamos con desconocidas, damos recomendaciones a mujeres que nunca vimos antes, ni volveremos a ver. Aceptamos procedimientos no aprobados por la organización mundial de la salud.
Venderíamos el alma al diablo para que no vuelva a crecer el pelo.
Y nunca, nunca, quisiéramos que alguien preguntara qué seríamos capaces de hacer para no depilarnos mas, pues no sabemos hasta donde llegaríamos.


El rostro de la fatalidad


Intentaré ser lo menos gráfica posible. Quiero evitar el lugar de “chica Cosmo”, pero necesito contar esto. Y si hay hombres sensibles o hartos de escuchar sobre estos temas, vayan a leer la Revista Weekend.

A menos de un mes de haber emprendido la aventura, me sentía bastante incómoda.
Acostumbrada a arrancar los problemas de raíz, mi piel empezaba a irritarse por el uso de las hojas de afeitar. Otras partes a las que no podía acceder con la Gillette se sentían fatales. Sumado a la falta de luz solar y cierto declive en la calidad de la comida, mi aspecto general comenzaba a deteriorarse.
Traté de no pensar en las molestias, pero ya en  Praga, se cumplían mas de tres semanas lejos de la cera caliente, y yo no sabía que hacer.


Tortuosa pero necesaria: la cera
Recurrí a Javi, el partner argentino con quien compartía hostel, y le confesé mi pesar.
Con hondo dramatismo le expliqué lo que me pasaba. 
Basándose en su sentido común me hizo una recomendación: “¿Sabes que tenés que hacer? Buscar salones  de belleza de alguna amiga latinoamericana. Ahí sabrán que hacer”.
La recomendación era buena, pero había algunos inconvenientes: 
¿Donde hay latinas en la República Checa? Si las hay ¿Cómo ubicarlas?
Hice el intento fallido de entrar a un buscador checo. En google.cz escribí palabras como “Wax” o “Beauty Shop”. Era imposible encontrar algo.
Javi me miraba y yo desde la computadora, y yo movía la cabeza en sentido negativo.
Al día siguiente, después de algunas visitas muy interesantes, empecé a caminar y entré a una farmacia y perfumería.
Buscando entre las góndolas, no encuentro lo que busco, y los productos disponibles están escritos en checo.
Empecé a hablar con la empleada, intentando ser lo mas clara posible para pedir lo que buscaba: quería cera. Ella me indicó que no hablaba inglés, y yo fracasé al  intentar comunicarme con gestos.


Esto era lo que yo necesitaba
Afortunadamente, una checa muy bonita que estaba ahí, se acerco y me pregunto qué sucedía.
Se llamaba igual que yo: Lucy, y estaba dispuesta a ayudarme. Ya que podíamos entendernos bien, le pregunté si sabía de algún salón de belleza donde pudieran arrancarme todo. Me dijo que  vivía en Dubai y no estaba al tanto.
Hablando con ella me entero que depilación se dice depilation (en las clases de inglés nunca te enseñan eso). También descubro que no era posible encontrar cera para derretir (tampoco pensé en qué lugar del hostel iba a usarla, pero no importaba).
Lucy me lleva de paseo por las góndolas y me recomienda un producto de la marca Veet. Venía en formato de crema o de aerosol. Según ella, era buenísimo. Lo remarcó con énfasis y me dio las instrucciones de uso. Elegí la crema y me despedí de la chica checa.


La solución que yo esperaba, en pomo
Al volver al hostel, estaba Javi, que quería saber como me había ido.
Le mostré el envase de crema. Él me deseó suerte y me metí en el baño.
Jamás había usado ese producto, las instrucciones no se podían leer, pero como ya había me lo había explicado Lucy, empecé a aplicarme el ungüento.
Encerrada en el baño principal, inicié la tarea. Debía dejar el producto en la piel durante tres minutos y removerlo con la espátula rosa que se ve en las fotos. Eso se hizo difícil porque esparcí crema por distintas áreas del cuerpo, y olvidaba que parte había aplicado la crema primero, y además, porque empezaba a arder mucho y quería enjuagarme.


La estoica tarea de ser mujer

Cuando miré el reloj, vi que estaba tardando mucho más de lo que pensaba. Como había gente afuera, que tal vez quisiera ducharse, me mudé al toilette que solo tenía inodoro.
Me senté y seguí con la espantosa tarea, trabando con las piernas extendidas la puerta, pues no había cerrojo.
En tres minutos no sale todo. Hubo áreas que necesitaban repaso. En otras no sabía a ciencia cierta si había cumplido el tiempo suficiente.


Frida, aunténticamente bella
Con la tensión de que alguien abriera la puerta, sin ducha o bidet e donde sacar agua para limpiarme, descubro que esa porquería trabaja como una hoja de afeitar, pero sin el filo. Corta el pelo, o mas bien lo deshace, de ahí ese intenso olor a amoniaco. Un producto tan químico que separa el vello de la piel y lo aniquila.
Terminé agotada y con la piel inflamada, me miré al espejo y solo pude reír por la pobreza del resultado.
¿Era necesario todo ese despliegue? ¿No podía quedarme como estaba?
Por sobre todas las cosas, me condicionaba la incomodidad, y luego la estética, sin dudas.
La inolvidable Frida Kahlo es ejemplo de las que se burlan de lo establecido, mostrando que la belleza no se reduce a reglas fijas. De las que no necesitan someterse a cada intervención tortuosa para ser femeninas y genuinamente hermosas
Algunas mujeres son seguras, talentosas, capaces de adueñarse del mundo con audacia y personalidad.
Otras, simplemente enloquecen si no pueden verse de la forma adecuada, cuando se desdibuja la imagen de lo que "deben" ser. 
A mitad de camino, entre el aspecto idealmente adecuado y el resultado concretamente alejado de eso, estaba yo, que me depilé en la República Checa.

16 comentarios:

  1. Uf, una vez probé ese producto y nunca más, me quemó la piel. Te comprendo perfectamente.

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    1. Se que las chicas hablamos de esto mil veces, pero una y otra vez nos entendemos entre nosotras, y en verdad es como si en esos momentos de dolor, irritación y reacciones alérgicas todas nos hermanaramos. Creo que no exagero.

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  2. Jajajajajaja...qué buena historia! imagino que en el momento no te reirías nada, eso si. Qué chica tan maja eres, a ver si te leo más a menudo en medida de lo que el trabajo me deje! te sigo guapa.
    Te conocí por el blog de Ses.

    Estoy de sorteo, te apuntas?
    http://ohmercyplace.blogspot.com.es/2013/04/sorteo.html

    un abrazoo!

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    1. Oh Mercy! Entre nervios e incertidumbre, no podía evitar reirme de todo el desastre que era mi reflejo en el espejo.
      Gracias por seguirme y por pasar por aqui. Y me apunto al consurso!

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  3. Yo utilizaba la Veet en mis tiempos mozos, con 16 años aproximadamente. Para el labio está bien, pero en las piernas lo tienes que dejar mucho más tiempo del que te indica y encima no queda bien y te pica, por lo menos a mí.
    Ahora me estoy haciendo fotodepilación y estoy encantada.

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    1. Esto es testimonio de que lo que digo es cierto: el mandato cultural se vuelve pesadilla, y nos damos recomendaciones entre nosotras para que esto resulte mas leve, de modo que espero novedades sobre los resultados de la fotodepilación. Y si hubiese sabido lo de las piernas en ese momento, no habría perdido tanto tiempo, pero en checo todo es mas complicado.
      Gracias por venir hasta aquí a comprender el mundo femenino.
      Saludos!

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  4. Increíble que se preocupen tanto en depilarse, teniendo en cuenta que su vara estética respecto a lo que aceptan como hombre (no lo que desean, a no confundir) se termina arrastrando por el piso.
    Igual Me Divertí leyendo, aunque sabés que no puedo ser objetivo

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  5. una remera que diga "yo me depilé en república checa"

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    1. Me parece que salen bandas de cera depilatoria con la inscripción.

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  6. ¡Estosunscandalo!. No lo puedo creer, como puede ser que sea más fácil depilarse en Chingolo que en Praga, y se dicen primer mundo. Un indicio más que argumenta que estamos condenados al éxito.
    Sin dudas las mujeres dominarán, depiladas o no, el mundo (aunque me parece que en el inconsciente ya lo hacen), pero por cosas como éstas doy gracias de ser hombre.

    Un beso.
    PD: Antes de ver más fotos de doña Frida me voy a leer la nota de los primeros matungos del Plata, ¿vos me pagás la suscripción?.

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    1. Este blog es testimonio de que algunas estamos condenadas al éxito, mi estimadísimo Mariano, de modo que muy pronto estaré apta para pagar suscripciones y mucho mas.

      Salud mi querido!

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  7. jajajajaja no puedo parar de reirme!!! muy incomodo estar depilandote y además cuidando que nadie quiera abrirte la puerta del baño!! por favor es demasiado!

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  8. Gracias Lucía por seguir mi blog y por lo poco que he leído hasta ahora, tu blog es atrapante! Espero que habilites el widget de seguidores así me agrego! :D Besos desde Londres!

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  9. Hola Lucía, bienvenida a Libia y gracias por invitarme a leer tus aventuras!

    Creo que deberías hacer una película de terror con tu depilación, la escena del baño, atrancando la puerta con las piernas para que nadie entre... es aterrador, se le ponen a uno los pelos de punta (los no depilados).

    Y gracias por descubrirme la revista Weekend, ha sacado de su escondrijo al poderoso macho que hay en mí.

    Besos!

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  10. Gracias a vos, por contar historias que enriquecen nuestra visión del mundo, sin dudas.
    Y quiero que sepas que si atrapas a un pez grande, la revista Weekend publica tu fotografía.

    Abrazo!

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  11. Jajaja, yo la use. Y te digo, no importa si es en un baño publico, privado o semi publico no te saca nada, sospecho que habra frustrado las pre-citas de muchas!
    El titulo es épico.

    Beso

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